Los
debates por la Ley de Sufragio Universal, Secreto y obligatorio (enero y
febrero de 1912)
Los textos que se presentan a continuación son
fragmentos de las intervenciones de algunos diputados y senadores que hablaron
en las sesiones donde se debatía la “Ley Saenz Peña”. Se trata de
reconstrucciones realizadas por M. Á. Cárcano, exceptuando las que son citas
textuales y aparecen entrecomilladas.
Sobre el voto obligatorio
-Benito Villanueva
(senador): “El voto obligatorio es un peligro para la libertad del
sufragio”.
-Joaquín V. González
(senador) “¡En este país no se ha votado nunca!". Sólo han existido
algunos ensayos de buena fe. El votante tiene horror al comicio que es "la
sangre, la violencia o el atropello brutal".
Prevalece la ausencia de sanción para el fraude. (…) Con la falta de fe en la acción cívica, el pueblo se convence de que no hay más camino para modificar las situaciones que la revolución. Estas han tenido como alicientes la seguridad de la amnistía y la confianza de la impunidad.
Prevalece la ausencia de sanción para el fraude. (…) Con la falta de fe en la acción cívica, el pueblo se convence de que no hay más camino para modificar las situaciones que la revolución. Estas han tenido como alicientes la seguridad de la amnistía y la confianza de la impunidad.
-Ignacio Irigoyen (senador). (…)No cree en el voto obligatorio.
"Nuestro mal político está en la falta de fiscalización de las elecciones
por la oposición y el indiferentismo de la gran masa de inmigrantes que ha
llegado al país."
Sobre la representación de las minorías
-Joaquín V. González
(senador): Los grandes delincuentes siempre quedan impunes. El sistema de
la lista incompleta está poco estudiado. El gobierno padece una ilusión óptica.
Es un sistema oficial, que aparta al elector del elegido y mata todo
entusiasmo. Es una ley de destrucción de partidos. Con ella el Congreso será
movido, oscilante, inquieto, intermitente, incoherente. La mayoría será una
masa dependiente de la minoría, como un satélite.
-Fonrouge (diputado).
Sostiene el despacho en sus temas principales: "El elector es el soldado
de la República". Este sistema "novedoso" de la lista incompleta
asegura la representación de las "grandes minorías", evita la
unanimidad de los oficialismos de provincia y estimula la formación de
poderosos partidos. "No hay nación civilizada donde la oposición no se
siente en la Cámara." La experiencia del sistema uninominal ha sido mala;
rebaja la calidad del diputado y destruye los partidos. Si se diera la
participación a todas las oposiciones, dice, las representaciones serían
infinitas como las ideas, y la Cámara dejaría de ser un cuerpo legislativo para
convertirse en una "turba" que sólo haría alterar la tranquilidad del
país.
-Marco Aurelio
Avellaneda (diputado). Plantea su discrepancia con energía, haciendo
francamente el elogio del sistema de lista. Todo el progreso del país fue
alcanzado durante su vigencia. No se puede restringir el derecho del votante
con la lista incompleta, ni tiene por qué estimular en el Congreso partidos
antagónicos. El control y la oposición surgen de la falta de solidaridad
política y el choque de intereses del regionalismo nacional. Las minorías
forzadas, establecidas por un mecanismo artificial, perturban la marcha de los
gobiernos provinciales. La reforma propiciada por el gobierno es inocua,
antidemocrática e inconstitucional. Significa una ofrenda de paz a un partido
que vive conspirando. Termina aconsejando al gobierno que se preocupe de
asuntos más importantes que la reforma electoral.
Cárcano, Miguel
Angel. La revolución por los comicios. Buenos Aires, Eudeba, 1976.
Sigan el enlace para ver el video:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario