jueves, 3 de marzo de 2016

Tiempo Histórico

Tiempo histórico
Marc Bloch afirma que la Historia es la ciencia que estudia a los hombres en el tiempo. El historiador respira naturalmente la duración. El tiempo de la historia es el plasma en que se bañan los fenómenos y el lugar de su inteligibilidad. Este tiempo es un continuo y un cambio perpetuo. De la antítesis de estos atributos provienen los grandes problemas de la investigación histórica.


El tiempo es inseparable de la Historia, pero el tiempo histórico no es el mismo que el físico. El tiempo histórico no es unidimensional. El tiempo de los historiadores es el que viven los individuos, el de su organización social y económica. La permanencia de determinadas estructuras es lo que determina los grandes períodos históricos y su evolución. Permanencia y movimiento en el tiempo es lo que interesa a los historiadores.
En los años setenta se vivió la pérdida de seguridad, el agotamiento de los paradigmas que durante varias décadas habían ejercido un influjo decisivo como el funcionalismo, el estructuralismo, el marxismo fueron cuestionados. 
Ellos habían apuntado al poder explicativo de las teorías. La respuesta a la crisis desde la propia historiografía ha permitido, la aparición de propuestas nuevas: la micro-historia, la historia sociocultural o la de las representaciones. Estos nuevos enfoques comenzaron, por primera vez,  a prestar atención a otros sujetos históricos.




Preguntas de un obrero ante un libro
               B. Brecht

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir otras tantas?¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿El sólo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II ganó la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la ganó, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién paga sus gastos?

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